El Madrid solo se presentó a la final cuando salió Mbappé

Cualquier extranjero que se asomara por la final de Copa y no entienda la idiosincrasia de España tuvo que flipar. El balón seguía rodando casi a la una de la madrugada, Mbappé empezó de suplente, Belén Esteban a pie de campo por cortesía de RTVE (como el horario), un jugador del Madrid (Rüdiger) completamente cojo lanzando un hielo al campo, árbitros llorando el día antes y un equipo amenazando con no jugar… Una locura que terminó con el Barça campeonando tras un partido espectacular que tuvo de todo. 

Un gol de Koundé en el 116′ de la prórroga le da la Copa del Rey al Barcelona

El Madrid cumplió con parte su amenaza y en la primera parte no se presentó, regalando al Barça el balón y el resultado. Indigno primer tiempo del Madrid, que se enchufó en el segundo. Curiosamente, cuando salieron los buenos y se pusieron a correr. Qué cosas. 

Ancelotti, antes de hacer las maletas y poner rumbo a Brasil, decidió hacer los cambios antes que nunca. Con Mbappé, Arda y Modric, el Madrid fue otro y dio la vuelta a la final. Falló luego el que nunca falla y Courtois facilitó el gol de Ferran para el 2-2. 

Prórroga, gemelos subidos, calambres, partido roto… y gol de Koundé para dar al Barça la Copa y el primero de los tres títulos que puede ganar en el próximo mes.  

De Burgos Bengoetxea y González Fuertes salvaron al Madrid en el 96′

Lo que es el fútbol. En el 96′, en la última jugada del partido, González Fuertes, el colegiado más crítico con el Madrid en la previa, fue decisivo anulando el penalti que erróneamente había señalado De Burgos Bengoetxea. Clamará ahora el Barça como lo ha venido haciendo el Real Madrid durante todo el curso, pero el colegiado del VAR lo clavó en la jugada. El piscinazo de Raphinha fue evidente y el González Fuertes demostró algo que debería resultar evidente pero que demasiadas veces se pone en duda: su honradez. 

Queda claro, ¿no? El mejor es Mbappé

Deberá explicar muy bien Ancelotti por qué decidió empezar a jugar la final sin Mbappé. El Madrid tiró la primera parte y fue otro en la segunda gracias a la irrupción del delantero francés, que es el mejor del equipo de largo. Su impacto en la final fue inmediato y a partir de sus arrancadas empezó a crecer el Madrid en la final. Incomprensible que el Bernabéu le pitara… 34 goles suma esta temporada en la que ha marcado en las cuatro finales que ha jugado el equipo blanco. 

El cometa Goes sigue sin pasar

Otro partido intranscendente de Rodrygo, al que nadie sabe por qué Ancelotti sigue dando oportunidades. Mientras que con Brahim y Güler es inflexible, el brasileño tiene barra libre para pasear por el césped. La primera parte que firmó en La Cartuja fue indigna de un jugador del Madrid, ya no por el pobre fútbol desplegado, sino por la actitud. Solo cuando vio la final perdida, le quitó para dar entrada a un tal Mbappé. 

Hablemos de Arda Güler

El turco demostró en la final de Copa que es mucho más que un futbolista bonito de ver. Güler tiene carácter y se echó al Madrid a la espalda en la creación cuando saltó al terreno de juego con la final perdida. Arda se puso a tocar con Modric e hicieron lo que parecía imposible: quitar el balón al Barcelona. Su córner en el gol de Tchouaméni fue oro. 

Qué toque de Pedri

La mejor foto de la final es la de Pedri poniendo el balón en la escuadra, lejos de donde suele llegar Courtois. El canario firmó una primera parte sobresaliente y aunque bajó el nivel en la segunda, fue el mejor jugador del Barcelona. Agotado, tuvo que ser sustituido en la prórroga. 

Rüdiger se deja la pierna por el Madrid, pero deja una imagen intolerable

El único jugador del Madrid que en la primera parte pegó cuatro gritos a sus compañeros e intimidó a los futbolistas del Barça cuando campaban a sus anchas. Pese a que lleva media temporada jugando con la rodilla maltrecha (veremos si llega al Mundial de Clubes) y acabó la final completamente cojo, es de los jugadores del Madrid que siempre dan la cara y sacan nota alta. Si no es por él, por lo que aporta en los partidos y en el día a día, igual el Madrid ya se había derrumbado. 

Pero todo lo bueno que hizo en el campo por el Madrid lo tiró por la borda con la imagen que dejó al final, indigna para un club como el blanco. Su comportamiento final fue intolerable y el Madrid y la buena gente que le rodea le deben hacer reflexionar. 

¿Cuál era el plan del Madrid en la primera parte?

El plan de partido del Madrid ante el Barça fue el mismo que ante el Arsenal: la nada. El equipo blanco saltó al terreno de juego como si fuera un equipo de Primera RFEF, replegadito a ver si era capaz de frenar el arreón del equipo de Flick. El Madrid no dio tres pases seguidos en toda la primera parte y resistió gracias a tres transiciones de Bellingham. 

Cuando vio la final perdida y Ancelotti decidió sacar a los buenos, cambió el partido. 

El estadio bien, pero el césped…

La Cartuja acoge un partido al año, que es el más importante de la temporada en España: la final de Copa. Lo mínimo exigible, por tanto, es que el césped sea una alfombra. Pues no lo fue. Madrid y Barça se encontraron con un terreno de juego lento y que se levantaba más de la cuenta. Increíble. 

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