26 de mar, 2025, 10:20 ET
Néstor Lorenzo pasa por su momento más difícil en Colombia. EPA
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Siempre respetuoso aún entre preguntas difíciles y con el proceso en turbulencias, el técnico Néstor Lorenzo descartó cambios profundos para recibir a Paraguay. Le consultaron por un golpe de efecto graficado con patear el tablero.
Se blindó con diplomacia para justificar esa decisión.
“El tablero se patea cuando ya no encuentras respuestas de los jugadores. Todavía veo que el equipo está, está firme. Está dolido, está con bronca y esa bronca será la energía que va a utilizar junto con toda la gente en Barranquilla para dar vuelta a la situación”, explicó.
El empate 2-2 de Colombia en Barranquilla dejó otras sensaciones. Hay varios jugadores del núcleo que no entregan respuestas. Las distracciones son reiteradas, el bajón de rendimiento está a la vista y los nervios gobiernan cuando aprietan al equipo.
Esa bronca que el DT siente que moviliza se nota en individualidades. No es colectiva. La rebeldía se expresa con Luis Díaz y Jhon Arias. Por momentos en el capitán James. El respaldo solidario que identificó hasta octubre es ocasional.
Resultó extraño que en el partido que arranca ganando con comodidad 2-0 a los 13′ no haya podido administrar esa ventaja con autoridad. Se vio mejor cuando estuvo en problemas. Reaccionó con mejores formas. ¿Llega bien el mensaje?
Lorenzo luce desorientado. Sus cambios confunden. A veces por demorados o porque distorsionan la propuesta valiente con la que sedujo al principio. También pueden alterar la armonía de un vestuario fuerte. Por momentos respeta demasiado los rangos. Pero hay que tomar decisiones.
“No hablé aún con los jugadores, pero tengo una autocrítica profunda. Hablaré de recuperar la memoria, hay situaciones que se resuelven a partir de la intensidad con la que vas a disputar un balón. Ahí nos superó Paraguay, te expone desde lo técnico porque si llegas tarde a una presión quedas pagando. Este equipo se construyó de ir a presionar a España, a Alemania. Propuse una reunión por zoom para recuperar esa memoria y esa intensidad que estamos perdiendo”, expresó.
Colombia sumó un punto en cuatro partidos y la generosidad de esta nueva Eliminatoria la tiene en zona de clasificación directa. Por primera vez el DT juega con fuego. Es el momento de cambios que confirmen su personalidad. Debe patear el tablero.