El Madrid estará en la final de Copa, después de eliminar a una grandiosa Real que se adelantó en el Bernabéu. Endrick (el tercero de la delantera brasileña) anotó el empate, lo celebró con un bailecito y demostró siempre un tono de suficiencia y, también, evidente peligro en sus acciones. Fue sustituido en el minuto 65 por Mbappé, que salió fresco. La Real se puso 1-3 en el minuto 80 pero no fue capaz de defender esa gran ventaja y acabó encajando dos goles en los últimos momentos que dieron vida al Madrid. La marcha de Aramburu y la entrada de Traoré permitió que Vinicius aprovechara la banda para hacer daño. Pero Oyarzábal empató en el último suspiro y llevó el partido a la prórroga demostrando el coraje de un equipo impresionante. Pero al final se impuso el Real con gol de Rüdiger en el tiempo extra.

Falta el otro finalista. Flick y Simeone coincidieron en el reparto mutuo de elogios y disintieron en lo de la final. Fue una pura cuestión semántica, sin importancia. Sí, es una final antes de la final, como comentó Flick y no es una final porque es una semi como apuntó Simeone. Es el partido de vuelta. A cara o cruz, dentro o fuera. Tiene tono de final después del empate a cuatro en Montjuïc. Da la sensación de que los dos técnicos se dedican buenas palabras pero han dedicado mucho esfuerzo para preparar el partido.

Flick puede plantearse tres entradas en el once del Metropolitano: Cubarsí, De Jong y Raphinha y una duda para el puesto de mediapunta que tan bien ocupa siempre Dani Olmo. Para ese lugar el entrenador alemán puede dudar entre Gavi o Fermín. Raphinha volverá a medirse con jugadores argentinos como De Paul o Julián Álvarez, como hizo cuando actuó con Brasil tras una previa en la que comentó que los de la ‘albiceleste’ recibirían “una paliza”. El brasileño debería rebajar el nivel de emociones y centrarse en el gran fútbol que ha desplegado esta temporada en el Barça. Para el Atlético esta Copa es la única competición que le queda este curso para aspirar a un título. Para los blaugrana es la segunda oportunidad tras la conquista de la Supercopa en Arabia ante el Real  Madrid.