Mucho ha aguantado Sandra Barneda en la octava edición de La isla de las tentaciones. Montoya, Sthefany, Anita, Manuel… Suma y sigue. Lo difícil era que en algún momento la presentadora no estallase. Sin embargo, en el último reencuentro de La isla de las tentaciones, que puso el punto final al reality, Sandra Barneda ya no pudo más. De hecho, tanto no puedo que ocurrió lo que nunca había ocurrido en La isla de las tentaciones, pues la paciencia de Sandra Barneda es más que la del Santo Job. Anoche, lo que ocurrió, lo que se vio, lo que se supone iba a ser el broche de oro fue el resultado de lo que la presentadora ha estado acumulando en la mochila durante los meses que duró la grabación del programa. Sandra Barneda permite todo, pero hay algo por lo que no pasa, que La isla de las tentaciones se convierta en un circo romano donde todos son gladiadores sedientos de sangre, la sangre del de enfrente.

Sin duda, La isla de las tentaciones 8 ha marcado un antes y un después en la historia del reality. Más allá de Montoya, que ha sido la estrella de todas las estrellas aquí y fuera de nuestras fronteras, todos los que han participado, desde el primero al último han sido un descubrimiento muchas veces difícil de digerir. La isla de las tentaciones antes interesaba (y lo sigue haciendo) por ver quién era el primero que acababa en la cama de otro u otra, quién era el primero en ser infiel o quién era el primero en decirle a Sandra Barneda que ya no podía más. La isla de las tentaciones 8 ha tenido todo eso y más. Ha sido una trituradora de sentimientos, la muestra perfecta de la toxicidad, los celos, la pena, el histerismo, el odio, la frustración… Vamos, un claro ejemplo de lo que nunca debería ser, pero es. Y todo eso lo ha aguantado Sandra Barneda.

Decía la presentadora el día que Telecinco convocó a la prensa para nueva edición de Supervivientes que ella en su vida participaría en La isla de las tentaciones porque supone “poner en peligro a mi pareja” y por ahí no pasa. Razón no le falta, tal y como ha demostrado esta edición, en la que todos han acabado destrozándose a todos.

Alba y Gerard, a grito limpio en La isla de las tentaciones

El reencuentro de La isla de las tentaciones tres meses después, además de servir para confirmar que habrá una nueva temporada de La isla de las tentaciones, también sirvió para reflejar esa destrucción. Una destrucción que lleva a insultos, faltas de respeto, gritos, reproches y descubrimientos que erizan la piel, como el de Gerard y Alba en el que el primero llegó a revelar que Alba le manipulaba para que no la dejase. Enfermizo es la palabra que mejor lo describe.

Más allá del poderío de los participantes, que ha quedado más que demostrado, los reencuentros de anoche demostraron que todavía les queda mucho por andar para entender qué es una relación sana. Alba, que llegó incluso mandar callar a Gerard para que Sandra Barneda pudiese hablar, entró como la diva en la que le ha convertido su paso por La isla de las tentaciones. Es lo que tiene el reencuentro que saben más o menos cómo ha sido la acogida del programa, cómo han sido las reacciones de los espectadores con ellos y cómo se deben comportar para incrementar ese fandom. Alba lo sabía, al igual que el lunes lo sabía Montoya en su reencuentro con Manuel y Anita. Por eso anoche Alba interrumpió el momento de Gerard con Sandra Barneda, por eso le mandaba callar, por eso chillaba, gritaba y perdía los papeles. Porque sabía que ese es el papel que querían los espectadores.

Pero, claro, para aguantar esto tienes que tener una paciencia inimaginable. Sandra Barneda la tuvo hasta que el vaso rebosó. No sé cuántas veces pudo pedir anoche a Gerard, a Alba, a Sthefany y a Tadeo que, por favor, no faltasen al respeto, que no se insultasen, que se calmaran. Como el que oye llover. Empezó Alba y terminó Sthefany que, en un hecho sin precedentes en la historia de La isla de las tentaciones, acabó siendo expulsada del reencuentro por Sandra Barneda. Hasta el todo acabó la presentadora.

Es que no hay quien aguante todo lo que tuvo que soportar anoche Sandra Barneda. Porque, mira, que entre ellos se maten, pues muy bien. Son ellos los que han decidido jugar a este juego. Pero que se maten delante de Sandra Barneda y de más de dos millones de espectadores, pues como que no. Un poquito de por favor.

“Tu perdón ya no me sirve de nada. Has hecho daño a una chica que lo único que ha hecho ha sido respetarte, amarte y encima luchar por la relación”, le gritaba Alba a Gerard ante la cara de estupefacción de Sandra Barneda tras haber escuchado que durante el tiempo que se dieron para pensarse las cosas, Gerard se lió una noche con una tal Noelia y a la mañana siguiente con Mayeli. Mayeli es el comodín del público. Fue escuchar esto y Alba brotó a un nivel indescriptible. Hasta tal punto que en un momento de ira, Gerard soltó la bomba de la manipulación y, claro, Sandra Barneda alucinó.

“Ella lo que hacía era mandarme vídeos nuestros. Cuando me devolvió la ropa roció un bote de colonia entero en mi ropa”. Hay una película de Glenn Close y Michael Douglas que es igualito a ésta. Y, la verdad, no es que Glenn Close estuviera muy bien. “Y tú me pusiste los cuernos y no me lo admitiste. Esto no lo voy a aguantar. Me pusiste los cuernos con Noelia. Bueno, dos. Ahora son dos. Eres un sinvergüenza”, interrumpía Alba. Pim, pam, pum, uno detrás de otro.

“Al ser mi primer año en Madrid, que no conocía a nadie, cuando le conocí a él, él era la alegría de mi vida. Gerardo era la única persona que me sacaba de mi casa, y hacerme un poco feliz, porque a mi familia la tenía a 450 kilómetros”. Hay una canción que dice “noo, no es amor

Lo que tu sientes se llama obsesión”. Pues eso.

La isla de las tentaciones, un circo romano

Parecía que lo de Alba y Gerard no podía superar, pues si quieres leche, toma dos tazas: Tadeo y Sthefany. La pareja se fue junta de La isla de las tentaciones, y siguen juntos. Han estado en terapia, también algo nuevo en La isla de las tentaciones, y más que necesario para muchos, y Sthefany está intentando controlar sus ataques de ira. Spoiler, muy bien no le ha ido.

Tras ver juntos las imágenes de su paso por La isla de las tentaciones, donde Tadeo cayó con Mayeli -sí, Mayeli de nuevo- y Sthefany con Simone, que ya es como las piscinas de las villa, algo fijo, aparecieron los dos tentadores. Primero, Mayeli, que descontroló por completo a Sthefany. Ella, que había aguantado, estalló como una bomba nuclear. “Chihuahua”, “idiota”, “pesada”, “pioja” fueron algunos de los insultos que Sthefany lanzó a una Mayeli que para sorpresa de muchos mostró la educación que le faltó a Sthefany. Y Sandra Barneda, obviamente, no pudo más.

Tras varias advertencias de Sandra Barneda a las que Sthefany hizo caso omiso, a la presentadora no le quedó otra que tomar la decisión más correcta: echar a Sthefany. Todo ocurría cuando Mayeli le echaba en cara a Sthefany que tuviera que llamar a una persona de fuera “para tirártelo porque…”. Sthefany interrumpía a la tentadora, imitándola, y Mayeli se desesperaba: “No se callará…”. Sandra Barneda intentaba cambiar de tema pero Sthefany, sin hacer caso a las palabras de la presentadora, no apartaba su mirada de Mayeli, que incluso la desafiaba, cortando a la presentadora: “¿Qué?”. “Estoy hablando”, aseguraba Sandra Barneda, a lo que Sthefany respondía con un “la idiota ésta…”. Y “se acabó”.

Sandra Barneda, harta de la situación y de las continuas faltas de respeto de Sthefany, reaccionaba rápido: “Fuera, fuera”, decía hasta en dos ocasiones. “Se acabó”. Pero, claro, contener a una leona es muy difícil, así que Sthefany aguantó medio asalto fuera. Saltándose las normas volvió al reencuentro y, aunque parecía más calmada, todo estalló de nuevo. Sandra Barneda se puso en pie harta de escucharlos. Y cansada, más que cansada dio por terminado el reencuentro con los tentadores a los que les dijo ‘hasta luego, cocodrilo’ en un intento por terminar con la batalla.

La isla de las tentaciones 8 ha acabado, pero de aquellos barros estos lodos. El lunes queda la emisión del último debate que será en abierto y, seguramente, sin Montoya, Manuel y Anita que están en Supervivientes. No pasa nada, quedan muchos gladiadores por luchar hasta la muerte.