Nápoles vivió horas de pánico durante la noche por el mayor terremoto registrado en los últimos siglos. A la 1.25 de la madrugada, cuando la mayoría de la gente dormía, los habitantes de la zona de los Campos Flegreos se despertaron sobresaltados y se echaron a la calle, a causa de un terremoto de magnitud 4,4 que, en algunas zonas, se sintió con una intensidad mucho más fuerte.
Muchas personas pasaron la noche en sus coches. Las sacudidas sísmicas han continuado esta mañana, con menor intensidad. El epicentro se localizó a dos kilómetros de profundidad, en el mar junto a Pozzuoli. Este municipio napolitano, de 75.000 habitantes, es el más importante de los Campos Flégreos («ardientes», según la etimología griega). Aquí está la mayor caldera volcánica activa de Europa, con un diámetro de 13 kilómetros. Es un área poblada por medio millón de personas. Las escuelas se han cerrado.
En el barrio de Bagnoli en Nápoles, se desprendieron cornisas de algunos edificios y se ha dañado la iglesia de Santa Ana, evaluándose la estabilidad del campanario. En este barrio se registró la única persona herida durante el terremoto: una mujer, que sufrió algunas heridas al derrumbarse un falso techo y fue rescatada por los bomberos.
El vulcanólogo Giuseppe De Natale, del Instituto Nacional de Geofísica y Vulcanología (INGV), ha explicado la importancia del seísmo: «Hay que decir que se trata del terremoto más fuerte registrado en los últimos siglos, junto con el del año pasado [en mayo]. Era previsible y es posible que haya sacudidas de magnitud incluso más fuerte. Podría alcanzar una magnitud 5, lo que sería 10 veces más fuerte que el terremoto de anoche. Es necesario verificar la vulnerabilidad de los edificios».
Según una nota de Palacio Cigi, sede de la presidencia del gobierno, la primera ministra, Giorgia Meloni, está pendiente de la situación de temor que se vive en los Campos Flégreos, donde se han activado centros de acogida. Los voluntarios de Protección Civil trabajan para ayudar a la población, especialmente en los municipios más afectados: Pozzuoli, Bacoli y en los barrios de Nápoles, Fuorigrotta y Bagnoli.
En los Campos Flégreos se suceden los seísmos ligados al ‘bradisismo’, es decir, una deformación del suelo que implica fases de hundimiento lento, alternadas con fases de elevación (normalmente, uno o dos centímetros al año), a causa de la acumulación de gas y magma. A diferencia del Vesubio, que sepultó las ciudades romanas de Pompeya y Herculano en el 79 d.C., los Campos Flégreos no se caracterizan por un único edificio volcánico principal, sino que son un campo volcánico activo con varios cráteres, algunos submarinos. Esta caldera se formó hace 39.000 años, después de que una violenta erupción la vaciara de magma.
Se trata de una zona mucho más activa que el Vesubio, aunque miles y miles de pequeños terremotos desde la década de 1950 han debilitado la caldera. «Solo en cuatro días, entre el 15 y 19 de febrero, hemos registrado 692 terremotos. Se ha tratado de la secuencia sísmica de mayor duración y frecuencia de las sacudidas de los últimos cuarenta años», afirma Mauro Di Vito, director del Observatorio Vesubiano. La magnitud máxima en febrero fue de 3,9, pero la gran mayoría fue inferior a 1,0.
El ‘bradisismo’ está cambiando continuamente esta tierra de los Campos Flégreos. Sobre la gravedad de este fenómeno de la naturaleza, con elevación del suelo, frecuentes seísmos y sacudidas cada vez más fuertes, Giuseppe De Natale explica: «La presión interna dentro de las rocas aumenta. La sismicidad depende de la elevación del suelo y hoy estamos 40 centímetros más arriba del máximo alcanzado en el año 1984». En esa época, «durante el movimiento sísmico que se produjo en los Campos Flégreos, en 1983-84, el suelo en algunas zonas se elevó 108 centímetros en dos años», según Francesca Bianco, del Instituto Nacional de Geofísica y Vulcanología.
Ahora, la velocidad de la elevación del suelo «se ha triplicado en comparación con los meses anteriores», destaca el vulcanólogo De Natale, quien hace esta seria advertencia: «O decidimos rápidamente realizar los controles de habitabilidad y desalojar los edificios en mal estado, o tenemos que evacuar de antemano las zonas en las que se producen terremotos. Esta noche hemos registrado una aceleración máxima similar a la aceleración de la gravedad».
La población de los Campos Flégreos vive en continuo temor desde hace años, porque perciben en su vida cotidiana los efectos del ‘bradisismo» y temblores de la tierra. Este fenómeno continuará, según explica Francesca Bianco, del Instituto Nacional de Geofísica y Vulcanología: «Cuando el suelo se eleva en los Campos Flégreos, sabemos que habrá un seísmo. Y ahora mismo hay un resurgimiento del levantamiento del terreno. No sabemos el día ni la hora en que se producirá un terremoto, pero es un proceso físico que conocemos bien. Sigue elevándose el suelo, así que los temblores continuarán.
Al terremoto de magnitud 4,4 le siguieron otras 19 sacudidas de muy baja magnitud. De momento, esta pequeña sismicidad es esporádica, pero seguimos registrándola», concluyó Francesca Bianco.